Resumen
Un misionero
jesuita del siglo XVIII, el padre Gabriel,
es aceptado por los indios guaraníes y crea la misión de
San Carlos, en la jungla tropical sudamericana que está por
encima
de las cataratas del Iguazú, siguiendo el camino de un jesuita
crucificado, sin más armas que su fe y una flauta. A sus
acólitos
se une Rodrigo de Mendoza, hasta entonces un violento traficante
de esclavos,
mercenario y asesino, que encuentra su redención entre sus
antiguas
víctimas, convirtiéndose a su vez en jesuita. Varios años
después, como consecuencia del Tratado de Madrid, los jesuitas
son convocados ante Altamirano, nombrado por el Papa para
decidir sobre
el destino de unas misiones que, creadas en un territorio
perteneciente
a la Corona Española, por una nueva delimitación de fronteras,
están ahora bajo dominio portugués. Cuando Altamirano ordena
a los guaraníes que abandonen San Carlos, los indios deciden
presentar
batalla. Gabriel y Mendoza se encuentran entonces ante un
terrible dilema:
abandonar a los indios en su lucha o quebrantar su voto sagrado
de obediencia
y no violencia. Al acercarse el estruendo de los mosquetes y
cañones
europeos, uno eleva su voz orando mientras que el otro decide
empuñar
su espada.
Objetivos pedagógicos
- Conocer las contradicciones existentes dentro de la Iglesia
católica
en el proceso de evangelización de la población indígena
de América.
- Conocer los debates que se
produjeron
durante el proceso de conquista y colonización sobre la naturaleza
de la población indígena de América.
- Reflexionar sobre el papel de la religiosidad en el proceso de colonización de América.
Niveles de la lectura y problemáticas
- Un primer nivel de lectura sitúa el debate sobre la consideración y el trato que merecen los indígenas entre los distintos sectores colonizadores.
- Un segundo nivel se sitúa
alrededor de las distintas posiciones de la Iglesia frente al
poder del
Estado y frente a la población indígena: entre aquellos que
optan por estar con los pobres y aquellos que forman parte del
poder y justifican
lo que sea necesario para mantenerse en él.
- Un tercer nivel de lectura
pone de
manifiesto las distintas posiciones por las que opta este sector
de la iglesia
identificada con la población indígena una vez estalla claramente
el conflicto y se ordena la destrucción de las misiones, dejando
a los colonizadores libre
acceso
a la mano de obra indígena para su beneficio privado. Mientras
unos
optan por la vía pacífica, otros lo harán por la vía
de la resistencia armada. Esto nos sitúa ante un dilema moral que
algunos sectores de la iglesia católica se han planteado desde los
tiempos de la conquista hasta la actualidad: la legitimidad o no
del uso
de la violencia por parte de los oprimidos frente a los opresores.
La posición
del director es claramente favorable a ese sector de la iglesia
identificada
con la población indígena, pero la película no resuelve
este polémica a favor de ninguna de las dos posiciones, en la
medida
que tanto la una como la otra fracasan en su intento de defenderse
de los
colonizadores.
- Un último nivel de lectura de la película plantea la evolución de la población indígena frente a los colonizadores, tanto los misioneros más sensibles a la causa indígena como los otros. A pesar de que la película ofrece una lectura positiva de los jesuitas de las misiones, a partir de aquí puede plantearse la discusión sobre el papel que jugó en su conjunto la Iglesia Católica en el proceso de conquista y colonización de América Latina. Un tema destacado es el proceso de adaptación y relectura de la propia tradición cultural y religiosa de la población indígena frente a la cultura y la religión de los conquistadores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario